Corría el año 2003, cuando Austria sorprendió a toda Europa con un comediante llamado Alf Poier, el cual iba a cantar el tema representante de dicho país.
Lo de comediante ya sonaba extraño para un festival donde se supone que deben competir canciones, y la mejor se lleva el gato al agua...
Sin embargo y para sorpresa de muchos, el comediante reconvertido en cantante en aquella edición, sorprendió a todos con su puesta en escena, muy friki, y su canción con un claro mensaje crítico con el festival, aunque gracioso, logró un sexto puesto.
Nadie daba un duro por él, sin embargo como decimos quedó sexto.
Era otra época, donde lo que triunfaba en Eurovisión eran las canciones movidas, y con ritmos árabes, y donde las baladas habían quedado ya obsoletas.
Weil Der Mensch Zählt era el título de la canción, que en castellano quiere decir algo así como "Porque lo humano cuenta", y sonaba así de friki...
Eso si, años después un friki con una guitarra de juguete, iba a dejar a nuestro país a la altura del betún, por lo que Alf puede sentirse muy orgulloso de al menos, no haber hecho el ridículo en eurovisión...
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